Las apuestas en línea en Perú, por otro lado, aún no se han regulado. Esto a pesar de una solicitud para que se regulen estas plataformas en línea. Esto indica que se desconoce el estado de los sitios de apuestas. En cualquier caso, los jugadores siempre deben ser conscientes de que no están prohibidos.
Hasta hace poco, las apuestas de eSports eran en su mayoría desconocidas, pero los datos del mercado indican que las apuestas en eSports se están expandiendo a un ritmo igual, si no más rápido, que el de los deportes en sí. Debido a la suspensión de los eventos y ligas de apuestas deportivas más populares, la epidemia de COVID-19 todavía está causando muchos estragos en el negocio de las apuestas.
Los proveedores de apuestas de deportes electrónicos en Perú son cada vez más populares. Ofrecen una alternativa convincente para satisfacer la creciente necesidad de entretenimiento. Según H2 Gambling Capital, se prevé que la ganancia bruta de las apuestas de eSports aumente casi un 50 % este año. Para 2024, esperan que duplique su tamaño.
Qué ha cambiado en los últimos años
En 2008, Perú comenzó a ofrecer licencias a operadores interesados en abrir apuestas de deportes electrónicos en línea. En 2011, se promulgó una legislación que exige que todas las transacciones de juegos de azar nacionales se registren en servidores específicos. Las apuestas deportivas, por otro lado, han sido un elemento tradicional de la cultura. La industria del juego terrestre en América del Sur se ha fortalecido durante mucho tiempo.
¿Perú avanza hacia o en contra de la legalización?
En Perú, las apuestas de esports ya están permitidas. No hay regulaciones que prohíban cualquier tipo de apuestas de deportes electrónicos. Como resultado, los jugadores tienen acceso a una amplia gama de productos y juegos de esports. Sin embargo, estas ganancias del juego solo generan una pequeña cantidad de dinero de los impuestos para el país.
Gracias al crecimiento de Internet, los jugadores ahora pueden apostar en el extranjero casas de apuestas de esports.
Los proveedores, no las ganancias de los jugadores, generan la mayor parte de los ingresos fiscales del país a partir de estas operaciones. En comparación con los ingresos que reciben los proveedores, estos impuestos son insignificantes. El país está considerando modificar su legislación en el futuro para garantizar que ganen impuestos más altos que ahora.